martes, 12 de enero de 2016

Trastornos del lenguaje no verbal

El intercambio de información opuesta es común de significaciones, se lleva a cabo con procedimientos verbales. 
En los contextos educativos, en atención a la esencia misma de la labor pedagógica, es esperable que las relaciones sean constructivas, enriquecedoras, sanas  uniendo características positivas. Los déficit en habilidades sociales se manifiestan muchas veces en trabas de comunicación no verbal. (Aspectos Kinésicos, proxemicos y paralingüísticos) junto a limitaciones en algunos casos en competencia comunicativa verbal.
-Síndrome del hemisferio derecho.- Así como las afasias están relacionadas al hemisferio izquierdo, con efectos muy severos de comunicación verbal, y los del hemisferio derecho se asocian al plano no verbal, por ejemplo la perseverancia de claves emocionales significado de gestos y actitudes corporales: se observaran los gestos, expresión facial, dirección de la mirada, postura corporal, proximidad física etc.
Autista.- Se caracteriza por seis alteraciones en el desempeño comunicativo verbal se da una perturbación para la comunicación social: incapacidad para relacionarse con compañeros en expresión facial, contacto ocular, posturas corporales, reciprocidad social o emocional, etc.
Los niños pueden desarrollar habilidades sociales que les permite interactuar más efectivamente, las discapacidades es resultado de limitaciones personales y las barreas que pone el medio. El propósito de este manual es la eliminación de este tipo de barreras.

Trastorno del Lenguaje

Afasia
La afasia es el trastorno del lenguaje que se produce como consecuencia de una lesión o daño cerebral.
Se trata de la pérdida de capacidad de producir o comprender el lenguaje, debido a lesiones en áreas cerebrales especializadas en estas funciones. Puede ser un trastorno durante la adquisición del lenguaje en los niños o una pérdida adquirida en los adultos. Se relaciona exclusivamente con el lenguaje oral.

  

Disfasia 

La Disfasia puede ser definida como una patología de desarrollo o evolución del lenguaje. Esta alteración es denominada también como un "trastorno específico del lenguaje", que al parecer no está asociado ni comprometido con algún déficit neurológico, congénito, auditivo, motor, retardo mental, daño cerebral severo, trastorno emocional o privación ambiental con inadecuada exposición al lenguaje.
Afecta tanto al nivel expresivo (alteraciones en la estructura de la producción desde una palabra hasta el orden sintáctico de una oración) como al comprensivo (no comprende consignas sencillas y en ocasiones sus respuestas son incoherentemente organizadas a nivel gramatical).
Puede ir acompañado de otras alteraciones como: alteración de la comunicación, falta de desarrollo del juego, problemas de la memoria, de la atención o hiperactividad.
 

Trastorno del ritmo y la fluidez

En cuanto a trastornos del ritmo y la fluidez del lenguaje hablamos de: Tartamudez o disfemia.
Se refiere a un proceso fisiológico en el cual la persona presenta repeticiones de la palabra completa y sin espasmos. 
 
Se clasifican en los siguientes grupos: 
  • Tartamudez tónica: Se caracteriza por la interrupción total del habla durante cierto tiempo (espasmo o inmovilización muscular), produciéndose a continuación una emisión repentina de la expresión verbal. 
  • Tartamudez clónica: Se trata de repeticiones involuntarias, bruscas y explosivas de una sílaba o grupo de sílabas durante la emisión verbal. 
  • Tartamudez tónica - clónica: Se dan las características de las dos anteriores. Es la más frecuente. Si en cambio hablamos de fluidez nos encontramos con: Espasmofemia: Alteración de la fluidez normal de las palabras, produciéndose el bloqueo o repetición de una o más sílabas. Se acompaña de movimientos corporales que denotan tensión. 
  • Farfulleo o habla taquilálica: Consiste en un habla precipitada, producto de la cual, no se entiende lo que la persona dice. Se observa en pacientes ansiosos, y en algunos casos, en niños con retraso mental .Dentro de este trastorno también podemos hablar de las disfonías en la que la persona afectada persona titubea y tiene la voz ronca, estas se dan cuenta de su problema al reírse, cantar o susurrar.                

Trastornos de la voz y la resonancia

La voz de cada persona tiene un sello tan particular, que permite que se la identifique fácilmente a través de ella. La boca, faringe y estructuras adyacentes, son muy similares en todas las personas pero las diferencias se dan en las frecuencias de sonidos y timbres muy peculiares de cada persona.
Las alteraciones de la voz pueden ocurrir en cualquiera de sus características: intensidad, tono y timbre.
  • La intensidad: permite distinguir entre sonidos fuertes y débiles, es la mayor o menor fuerza espiratoria con que se emiten.
  • El tono: se relaciona con la altura musical del sonido y está determinado por la frecuencia de las vibraciones.
  • El timbre: corresponde a los matices individuales y peculiares de cada persona pero muy semejante de (padres a hijos o hermanos) y depende de las características del resonador.
Disfonía: pérdida parcial de la voz en cualquiera de sus cualidades, a causa de un trastorno orgánico o por una inadecuada utilización.
Laringofonías: son disfonías localizadas en la laringe, las más frecuentes en los niños se dan por ronquera vocal, laringitis funcional, fonastenia.    
Rinofonías: alteraciones de la resonancia que consiste en la nasalización de la fonación. Hay rinofonías abiertas y rinofonías cerradas. 
Disfonía orgánica: causada por lesiones en los órganos de la fonación.                  
Congénitas: (lesiones cerebrales, malformaciones, parálisis, factores endocrinos). 
Inflamatorias: (laringitis aguda, que produce una voz apagada con escape de aire; laringitis crónica, menos grave que la anterior, pero puede producir fonastenia.
Traumáticas: (lesiones por heridas, quemaduras, cirugías, radioterapia).
 
  

Trastorno de la articulación y expresión del habla

Disartrias:
Crystal explica que se da debido a una serie de trastornos motores del habla, que surge como resultado de un daño en el sistema nervioso, y que se manifiestan por dificultades neuromusculares.
La disartria es toda alteración de la articulación y expresión del habla que obedece a trastornos de tonos y movimientos de músculos fonatorios, secundarios a lesiones del sistema nervioso central o a enfermedades de los nervios o músculos de la lengua, faringe y laringe responsables del habla. Puede haber problemas de respiración, fonación, articulación o prosodia. También puede verse alteradas otras actividades en las que intervienen los órganos vocales, tales como mascar, tragar, sonreír, toser, estornudar.


 

TRASTORNOS DEL HABLA Y LA ARTICULACIÓN

Dislalia:
Es un trastorno en la articulación de los fonemas. Se trata de una incapacidad para pronunciar correctamente ciertos fonemas o grupos de fonemas. El lenguaje de un niño dislálico muy afectado puede resultar ininteligible.
 





 

Gallardo y Gallego (1995), explican que los niños con dislalia no usan adecuadamente los órganos articulatorios a la hora de articular un fonema, postulan algunos factores etiológicos:

  1. Falta de control en la psicomotricidad fina: La articulación exige una gran habilidad motora. 
  2. Déficit en la discriminación auditiva: El niño que no logra decodificar correctamente los elementos fonéticos de su idioma y no percibe diferenciaciones fonológicas del tipo sonoro. 
  3. Estimulación lingüística deficitaria: Es en el caso de las dislalias en ambientes socioculturales deprivados.
  4. De tipo psicológico: Sobreprotección, Traumas, etc.
  5. Deficiencia intelectual: Son manifestaciones de los problemas de lenguaje del niño deficiente.

Disglosias:
La disglosia es un trastorno de la articulación de los fonemas, de origen no neurológico central, debido a alteraciones anatómicas y/o fisiológicas de los órganos articulatorios periféricos que dificultan el funcionamiento lingüístico en personas sin afectaciones neurológicas o sensoriales detectables, con una inteligencia no verbal dentro de los límites de la normalidad, y que a pesar de tener una estimulación adecuada, una educación suficiente y unos progresos observables, no llega a alcanzar un conocimiento lingüístico que les permita comprender y expresarse de forma correcta.